Operación Highjump: Viaje a los secretos más fríos
- SEBjaniak

- 30 ago 2024
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En los anales de la historia, pocas expediciones militares están rodeadas de tanto misterio y especulación como la Operación Highjump. Liderada por el famoso almirante Richard Evelyn Byrd, esta misión—oficialmente conocida como United States Navy Antarctic Developments Program—fue lanzada en 1946 y sigue siendo un tema fascinante para historiadores, teóricos de la conspiración e intelectuales.
El hombre detrás de la misión: Almirante Richard E. Byrd
El almirante Byrd no era un oficial de la marina ordinario. Nacido en 1888 en una familia prestigiosa con profundas raíces militares y políticas, Byrd alcanzó rápidamente la fama como uno de los exploradores más reconocidos del siglo XX. Sus audaces expediciones a los dos polos le valieron reconocimiento internacional y la Medalla de Honor del Congreso. Sin embargo, fue su liderazgo durante la Operación Highjump lo que consolidó su legado tanto en el campo de la exploración como en el del misterio.
La relación de Byrd con la presidencia de los Estados Unidos, especialmente con Franklin D. Roosevelt, jugó un papel clave en el éxito de sus expediciones. Los estrechos vínculos con la Casa Blanca aseguraron que sus ambiciosos proyectos recibieran el apoyo político y financiero necesario para empujar los límites de la exploración humana.
La escala de la Operación Highjump
La Operación Highjump fue monumental en su escala. Con más de 4.700 personas, 13 barcos—including el poderoso portaaviones USS Philippine Sea—y 33 aviones, fue la mayor expedición a la Antártida jamás emprendida. Los objetivos oficiales incluían el establecimiento de una base de investigación antártica llamada Little America IV, la prueba de equipos militares en condiciones de frío extremo y el entrenamiento de personal para operaciones polares. Sin embargo, la inmensa escala de la misión llevó a muchos a preguntarse si detrás de este despliegue masivo de fuerzas no había motivos ocultos.
Objetivos oficiales y agendas ocultas
A primera vista, la Operación Highjump parecía ser una empresa científica y militar destinada a asegurar la presencia estadounidense en la Antártida y a recopilar datos geográficos y meteorológicos cruciales. La misión cartografió con éxito vastas áreas del continente, produciendo más de 70.000 fotografías aéreas que fueron esenciales para la futura exploración.
Sin embargo, detrás de la narrativa oficial se esconde una red de especulaciones. Algunos teóricos sugieren que el verdadero objetivo de la misión era confrontar y neutralizar los restos de la Alemania nazi, que supuestamente habían establecido bases secretas en la Antártida durante la Segunda Guerra Mundial. Estas teorías cobraron importancia debido a los enigmáticos comentarios de Byrd a su regreso, en los que advirtió sobre un “nuevo enemigo” capaz de atacar a los Estados Unidos desde las regiones polares.
Encuentro con lo desconocido
Quizás el aspecto más fascinante de la Operación Highjump sea el presunto contacto con objetos voladores no identificados. Según algunos informes, la flota expedicionaria se enfrentó a aeronaves avanzadas, descritas como “discos voladores”, que podían maniobrar a una velocidad extraordinaria. Estos encuentros supuestamente llevaron a la pérdida de barcos y vidas, aunque los registros oficiales solo mencionan un trágico accidente del PBM-5 George 1, que costó la vida a tres miembros de la tripulación.
Aunque estas historias siguen sin verificarse, alimentan décadas de especulaciones sobre lo que realmente sucedió durante la misión. ¿Fue la Operación Highjump una simple misión de reconocimiento, o descubrió algo mucho más profundo y potencialmente peligroso?
Las advertencias crípticas de Byrd
Las declaraciones del almirante Byrd después de la operación solo profundizaron el misterio. En una ahora famosa entrevista con el periódico chileno El Mercurio, Byrd habló sobre la necesidad de que Estados Unidos se prepare para posibles ataques de aviones capaces de atravesar las regiones polares a una velocidad alarmante. Sus comentarios fueron interpretados por algunos como una referencia velada a encuentros con tecnología desconocida, quizás extraterrestre.
El legado de la Operación Highjump
En los años posteriores a la Operación Highjump, Estados Unidos continuó consolidando su presencia en la Antártida, pero la misión en sí sigue siendo objeto de debate y fascinación. ¿Fue simplemente una enorme operación logística y científica, o descubrió secretos que el gobierno decidió mantener en secreto?






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